Fue la abuela de la familia quien inició el camino en 1902 cuando uno de sus 5 hermanos recién llegado de EE.UU le enseña a cortar el pelo, la cual practicaba en sus ratos libres, en casa, con lo básico, lo que había en aquella época, unas simples tijeras y una maquinilla manual.

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Esta profesión fue ocupando cada vez mas tiempo en su vida hasta que pasó de generación a través de sus hijas Hermosinda y Marisa (foto) las cuales siguieron consagrando está profesión con rumbos diferentes, Marisa abrió su propia peluquería en Inglaterra y Hermosinda con tan solo 10 años siguió aprendiendo y consiguió llevar adelante una familia y ser una verdadera artista, una peluquera como se dice “de las de antes” de las que ya no quedan, sin materiales eléctricos, todo a mano, marcados, sortijillas, cortes, recogidos y es ahí donde nosotros empezamos a enamorarnos de todo lo que hacía. Cada fin de semana solo quería estar en la peluquería para ver las maravillas que hacia mi madre y mis hermanas.

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Con 23 años decido montar mi propio salón con mis hermanas a la vez que mi madre se jubila con lo que ya han pasado 8 años y continuamos con la misma ilusión y el mismo buen hacer, peleando por satisfacer a cada uno de nuestros clientes.